Enfermedades digestivas

¿Sabes cuáles son las diferencias entre colitis y síndrome de intestino irritable?

¿Sabes cuáles son las diferencias entre colitis y síndrome de intestino irritable?
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Como la mayoría de nosotros no hemos estudiado medicina ni tenemos idea de qué distingue a un trastorno físico de otro, podemos llegar a confundir dos problemas de salud que se relacionan entre sí. Sobre todo, claro, cuando sus síntomas son similares. ¿Cuáles son las diferencias entre colitis y síndrome de intestino irritable?

Los problemas gastrointestinales se parecen tanto que más de uno creería que se trata de las mismas molestias. Los identificamos.

Síndrome de colon irritable: origen y síntomas principales

El también llamado SII -Síndrome del Intestino Irritable-, reúne síntomas variados como cólicos y dolor e hinchazón abdominales. Generalmente el paciente sufre de gases. No es extraño que, al cabo de unos días, padezca además de diarrea o estreñimiento.

El síndrome de colon irritable tiende a volverse crónico. Las terapias para prevenirlo y combatirlo son planificadas a largo plazo. Son muchas las causas que hay tras este trastorno, casi siempre asociadas a disfunciones digestivas bacterianas y/o al estrés.

Como el intestino está conectado al cerebro por medio de señales nerviosas y hormonales, el estrés suele provocar cierta sensibilidad en este órgano. Los músculos locales se contraen más y más rápido. Así surgen la diarrea y el estreñimiento.

¿Qué es la colitis?

Por otro lado, la colitis es una inflamación del revestimiento interno del colon. Esta irritación puede deberse a fallos gastrointestinales varios. Sin embargo, patologías como la colitis ulcerosa y la Enfermedad de Crohn predisponen naturalmente a la colitis.

Entre sus síntomas destacan las heces con sangre, el dolor abdominal, los escalofríos, la diarrea y la fiebre. Como habrás observado, son señales que no se alejan demasiado de los del síndrome de intestino irritable. Pero, ¿cómo saber de qué trastorno se trata?

Tratamiento para cada problema

Normalmente, con cuidar un poco la alimentación y evitar los productos que generan inflamación en el aparato digestivo, la colitis desaparece. No así el síndrome de colon irritable. Si los síntomas siguen allí, consulta inmediatamente a un médico especialista. Este experto realizará un conjunto de estudios para indicar cuál es el problema sobre ello y recomendarte una terapia.

De la gravedad de la enfermedad del paciente dependerá el tratamiento en cuestión, ya que éste es un asunto que puede ser delicado. Cuando el doctor lo aconseje, se suministrará medicación complementaria a una dieta más saludable y a salvo de la inflamación.

Comer sano

La buena noticia es que, si te cuidas con los alimentos regularmente, es poco probable que acabes sufriendo este trastorno. Productos como los lácteos, las gaseosas, las legumbres, las frutas y las verduras crudas, el café y el té pueden ser contraproducentes para quienes tienen antecedentes de alguno de esos problemas. Lo mismo con el alcohol.

Sustituir el gluten por la fibra

El gluten es uno de los enemigos de las personas con colitis o síndrome del colon irritable. Hay que sustituir los alimentos con alto contenido de gluten por aquellos compuestos esencialmente de fibra. El arroz, los granos y los cereales son buenas alternativas.

Estrés, uno de los factores de ambos problemas intestinales

Lamentablemente, no son pocos quienes tienen tales problemas por una supuesta ansiedad o estrés, pues el factor emocional es importante. Debes intentar no estresarte ni angustiarte por los temas laborales o familiares que a todos nos preocupan pero que debemos mantener controlados para que no deriven en alteraciones físicas. Acudir a un psicólogo puede ayudar entonces con este tratamiento.

Recuerda que la conexión entre nuestra salud psicológica y digestiva es absoluta. Mucho más estrecha de lo que podemos imaginar.

Con estos consejos y el tratamiento en el médico, podemos entonces llevar una vida más sana y alejarnos de estos problemas intestinales.

 

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